Günther Sagenhaft y su “Manifiesto contra la Intolerancia”
Revisión detallada del Manifiesto contra la Intolerancia —137 puntos en los que Günther Sagenhaft denuncia la hipocresía de democracias liberales, las ‘fases golpistas’ que erosionan la soberanía popular y la imposición multicultural, manifiesto publicado en foros nacional-identitarios aún influencia el nacionalismo social europeo contemporáneo.
Nudo Doctrinal.
Günther Sagenhaft, un pensador y autor cuya identidad no es pública pero podría ser un seudónimo o una figura enigmática en círculos de crítica política radical en Europa, es el creador del Manifiesto contra la intolerancia.La primera aparición documentada de Günther Sagenhaft como autor del "Manifiesto contra la intolerancia" data del 21 de noviembre de 2018.Este documento, presentado como un análisis profundo y provocador, denuncia lo que Sagenhaft percibe como la hipocresía inherente en los sistemas políticos dominantes, particularmente aquellos que se autodenominan democráticos pero operan a través de mecanismos golpistas y totalitarios.
El manifiesto, escrito en un tono apasionado, explora cómo la intolerancia se manifiesta no solo en actos evidentes de represión, sino en estructuras sutiles de poder que imponen visiones uniformes del mundo. Sagenhaft argumenta que ideologías mayoritarias, ya sean religiosas, políticas o culturales, inevitablemente se vuelven intolerantes, buscando dominar y uniformar a la sociedad.
☰ Introducción de El "Manifiesto contra la Intolerancia" de Günther Sagenhaft y su Eco en la Política Actual de España y Europa. ☰
Introducción: El Manifiesto como Espejo de la Crisis Contemporánea
Desde elnacionalista.net, plataforma dedicada a la defensa de la soberanía nacional y la identidad cultural étnica europea, el Manifiesto contra la Intolerancia de Günther Sagenhaft representa un documento profético que disecciona la hipocresía de los sistemas políticos modernos. Publicado en un contexto de creciente globalización, este texto denuncia un golpismo encubierto que, bajo la fachada de democracias liberales, impone un control oligárquico sobre el pueblo soberano. En la Europa y España de 2025, marcada por crisis migratorias, tensiones secesionistas y erosión de libertades, las tesis de Sagenhaft resuenan con fuerza, evocando doctrinas nacionalistas del siglo XIX y XX, así como reflexiones de filósofos clásicos. A lo largo de este análisis, exploraremos paralelismos con hechos históricos, citas de pensadores clave y conceptos doctrinarios, argumentando que el manifiesto no es un relicto, sino un llamado urgente a la resistencia nacionalista contra un sistema que, como advertía Carl Schmitt en El Concepto de lo Político en 1927, diluye la distinción entre amigo y enemigo en un falso universalismo.
Paralelismos Doctrinarios: De Platón a los Nacionalistas del Siglo XIX
Sagenhaft estructura su crítica en torno a las "cinco fases golpistas", donde un régimen se impone dualmente contra predecesores y el pueblo, robando su soberanía. Esto evoca a Platón en su obra La República, quien describía la degeneración de la democracia en tiranía:
"La excesiva libertad parece no llevar a nada más que a una excesiva esclavitud, tanto para el individuo como para el Estado".En la España actual, la Ley de Memoria Democrática (2022) y las amnistías a independentistas catalanes (2024) ilustran esta "tiranía de la mayoría" platónica, donde elites como el gobierno de Pedro Sánchez ( o su antecesor y el posterior gobierno electo por este sistema corrupto que venga), imponen narrativas históricas que silencian visiones nacionalistas, recordando el "afán uniformador" denunciado por Sagenhaft en sus consideraciones previas.
En el siglo XIX, Johann Gottfried Herder, padre del nacionalismo cultural, en Ideas para la Filosofía de la Historia de la Humanidad, defendía el "Volksgeist" –el espíritu único de cada pueblo– contra el cosmopolitismo ilustrado:
"Cada nación es una nación, tiene su propio lenguaje, su propia forma de pensar".Sagenhaft extiende esto al rechazar el "sueño multicultural" (puntos 114º-120º), que ve como una imposición golpista para diluir identidades. Hoy, en Europa, la Política Agraria Común de la UE y las cuotas migratorias forzadas erosionan este Volksgeist, como en el caso de Hungría bajo Viktor Orbán, quien resiste con políticas soberanistas inspiradas en Herder, citando: "La nación no es un producto de la razón universal, sino de la historia orgánica".
Hechos Históricos y su Eco en el Siglo XX: De la Revolución Francesa al Franquismo
El manifiesto alude a la Revolución Francesa (1789) como ejemplo de intolerancia disfrazada de libertad, donde la Declaración de los Derechos del Hombre devino en el Terror jacobino, guillotinando a 40.000 disidentes. Sagenhaft lo compara con matanzas posbélicas en Francia e Italia (1945), con 150.000 y 100.000 víctimas respectivamente, para ilustrar cómo sistemas "democráticos" masacran opositores (conclusiones finales). Esto resuena con Ernst Jünger en El Trabajador publicado en el lejano 1932, quien advertía contra el "nihilismo técnico" de regímenes que usan la modernidad para suprimir disidencias:
"El Estado totalitario no tolera la libertad, solo la simula".
En España, la Segunda República (1931-1939) y la Guerra Civil ofrecen paralelismos: las matanzas de Paracuellos (1936), con miles de ejecuciones por milicias republicanas, encarnan el "dualismo golpista" de Sagenhaft. José Antonio Primo de Rivera, en su discurso fundacional de Falange (1933), denunciaba esta división:
"La Patria es una síntesis histórica total, no una suma de intereses particulares".En 2025, el independentismo catalán y vasco, con el procés de 2017 y la amnistía de 2024, refleja esta fractura, donde el Estado central, como golpista según Sagenhaft, impone unidad a expensas de soberanías regionales, evocando las críticas de Ramiro de Maeztu en Defensa de la Hispanidad:
"La Hispanidad es la unidad espiritual de los pueblos hispánicos contra el desmembramiento liberal".
En Europa, el ascenso de partidos como Alternativa para Alemania (AfD) y Frente Obreo o VOX en España, son respuestas del sistema defendiendose con una disidecia controlada creada para luchar " democraticamente" contra esta corriente nacionalista y social que parte de la sangre y raíces europeas que nacida como respuesta a sucesos y crisis como la migratoria de 2015, con 1,3 millones de llegadas, que Sagenhaft calificaría de "oleadas invasoras" (punto 75º). Oswald Spengler en La Decadencia de Occidente predijo esto:
"Las civilizaciones mueren cuando pierden su vitalidad cultural ante invasiones bárbaras".Hoy, políticas de la UE como el Pacto de Migración (2024) imponen cuotas, ignorando voluntades nacionales, similar al "imperialismo totalitario" de Sagenhaft en supunto 92º.
Conceptos Doctrinarios Contemporáneos-
Doctrinariamente, este manifiesto se alinea con el organicismo de Maurice Barrès en Les Déracinés publicado en 1897, quien critica el desarraigo causado por el centralismo: "El hombre desarraigado es un ser sin alma, presa del cosmopolitismo destructor". En España, esto se ve en la erosión de tradiciones por leyes de género y (des)memoria histórica, que promueven un "permisivismo" criticado por Sagenhaft en el punto 130º, evocando a Julius Evola en Rebelión contra el Mundo Moderno :
"La modernidad disuelve las jerarquías tradicionales en un igualitarismo caótico".
En el siglo XX, Charles Maurras de Acción Francesa, en Mes Idées Politiques, abogaba por un nacionalismo integral:
"La nación es el orden natural contra el desorden democrático".Esto contrasta con la España del rechazado por las urnas Pedro Sánchez pero aupado en El Congreso por coaliciones separatistas (como ERC y Bildu) diluyendo la unidad, como Sagenhaft denuncia en puntos 91º-93º sobre la "autodeterminación negada".
Filósofos clásicos como Aristóteles en Política advertían:
"La democracia degenera cuando ignora la virtud cívica y permite la demagogia".En Europa actual, el Brexit (2016) y el veto húngaro a políticas UE ilustran resistencias, alineadas con Friedrich Nietzsche en Más Allá del Bien y del Mal):
"El igualitarismo es la decadencia de la voluntad de poder".
Conclusión: Un Llamado a la Regeneración Nacionalista
El manifiesto de Sagenhaft, con su denuncia de 137 puntos de intolerancia, es un espejo de la crisis actual: en España, la polarización entre los sionistas liberales de Vox y la apátrida izquierda, y en Europa, el auge de nacionalismos fingidos contra la UE, confirman su vigencia. Invocamos desde aquí las palabras de Primo de Rivera:
"España es una unidad de destino en lo universal".Recordando al lector que su tiempo es ahora, ahora es la hora de combatir un "sistema bastardo" y forjar un orden basado en tradición y soberanía, como urgía Spengler:
"Las naciones deben revivir su vitalidad o perecer".Desde elnacionalista.net apoyamos cualquier movimiento que promueva la identidad nacional de los pueblos europeos y compartimos este texto íntegro con la esperanza de que inspire una acción a la lucha por una España unida y soberana en una Europa de naciones libres. (Publicada el 4 de septiembre de 2025, en conmemoración de las luchas por la soberanía nacional)
A partir de aquí se transcribe el texto íntegro de dicho manifiesto :
☰ Capítulo I Consideraciones previas del Autor.☰

La intolerancia es uno de los más grandes azotes de la humanidad, la falta de comprensión y respeto por los ideales, anhelos y formas divergentes de ver e interpretar el mundo en sus facetas religiosas, políticas, sociales, económicas, raciales, culturales y filosóficas, entre otras muchas, son las notas características de los intolerantes.
El afán uniformador, que todo gire en torno a la estrecha visión que tienen del mundo, dogmatizándolo, jerarquizándolo e imponiendo a los demás su estrecho modo de ver las cosas, son las características fundamentales de ver el mundo que tienen los intolerantes.
El intolerante es un ser que quiere imponerse siempre a los demás. Sin embargo, en apariencia, la intolerancia ha tenido comienzos aceptables, empiezan por querer tener un culto religioso manifiesto o exotérico, o bien ocultista o mistérico (este último siempre clasista), discordante con la mayoría de la sociedad donde están inmersos, o tienen otra visión de la economía o de la política.
En esos momentos incipientes, la intolerancia, mientras se está gestando el huevo de la serpiente, genera frases como esta: “No estoy de acuerdo con lo que expresas pero daría mi vida para que pudieras seguir diciéndolas” y otras muchas similares de bella apariencia.
Toda ideología religiosa, política, filosófica, económica, toda costumbre, creencia o superstición, desde el momento en que se hace mayoritaria se convierte en enemiga e intolerante con las demás, tanto a nivel popular como a nivel de elites.
Si la clase dirigente es ganada para un culto mistérico entonces éste, en su intolerancia, minará y socavará la religión o culto popular mayoritario.
De ahí que a medida que van ganando adeptos y seguidores, sus actitudes para con los demás sean más rígidas y dogmáticas, son mucho más exigentes, y su fin, si no se les ataja a tiempo, es llegar a ser la clase rectora (con trasfondo ocultista las más de las veces) y así, imponer su visión del mundo a expensas de los demás.
En el aspecto político el golpismo es su meta final, queda atrás el decir que “no son nada y que quieren sólo ser algo”, lo que pretenden es serlo todo; son una clase y no el pueblo, pero arrastran a éste, con su demagogia, a ser su tonto útil.
Suelen iniciar su andadura intolerante con golpes de Estado y aunque afirman traer libertad al pueblo la verdad es que su golpismo es dual, no es sólo contra el sistema político que gobernaba en esos momentos sino también contra el pueblo soberano
En su dualismo golpista imponen su sistema político tanto a los defenestrados como al pueblo, pues no se podrá elegir un sistema político de entre todos los que existen en la actualidad, ya que han dado el golpe en su propio provecho y no van a dar la más mínima oportunidad para exponerse a perder sus expectativas de poder y de riqueza.
Su golpe de Estado tendrá cinco fases, siendo la primera la más conocida, la defenestración del sistema político inmediato anterior y las cuatro siguientes, en su dualismo golpista, van contra el pueblo soberano por lo que:
☰ Capítulo II (Puntos 1-27) Fases Iniciales del Golpismo y Control de la Expresión.☰
1º) No toleran en esta primera fase golpista ni en las subsiguientes, que el pueblo soberano se percate que el golpe de Estado es también contra él; así una de las primeras víctimas es la libertad de expresión. Así, los golpes de Estado: los normales y los palaciegos (que coronan la operación con un golpismo de guante blanco); con la imposición de su sistema a naciones derrotadas; con las guerras de independencia en las Américas. Los salidos de la desintegración de Estados como en la Primera y Segunda Guerras Mundiales o por la desintegración de la Unión Soviética. Por concesión de independencia a nuevos Estados a los que se les impone el sistema de los conspiradores y golpistas en connivencia con los co-golpistas aborígenes, o con la presión económica-financiera a naciones pobres y endeudadas, etc., les permiten establecerse en todas partes, y pasan a ser una manifestación de la libertad y soberanía popular en vez de lo que verdaderamente es: una imposición totalitaria. Este golpismo aparenta serlo sólo contra el sistema político anterior ya que, gracias a su ahora control absoluto de los medios de manipulación de masas, pretenden y consiguen engañar a muchísimos y hacerlos sus tontos útiles. El objetivo, en las dos siguientes fases, consiste en imponerle al pueblo el sistema político de los golpistas a través de una parodia legal auto-legitimadora; hablar de libertad e impedir que el pueblo la tenga para elegir un sistema político de su agrado y que no pueda ejercer la más mínima soberanía. Como los golpistas controlan todos y cada uno de los resortes del poder les resultará extraordinariamente fácil. Pero no nos adelantemos a los acontecimientos y veamos paso a paso actuar a los liberticidas: Ahora comienza la segunda fase golpista, que va, desde el golpe de Estado a la instauración de sus asambleas constituyentes, por lo que los conspiradores y golpistas tienen que acabar con la libertad de expresión, tanto del sistema anterior como el de otros que quieran abrirse camino y puedan hacerle sombra, de ahí que: 2º) No toleran que seguidores y simpatizantes del sistema político derrocado, como individuos, tengan derecho a la libertad de expresión, impidiéndoles hacer declaraciones, privándoles de sus derechos cívicos, prohibiéndoles las apariciones en público, amenazándoles o encarcelándoles, confinándoles, exiliándoles, internándoles, guillotinándoles o asesinándoles; demostrando, los que dicen traer la libertad al pueblo, que sólo traen la libertad de su sistema a expensas de la libertad de los demás. Si quieren organizarse en grupo verán que: 3º) No toleran manifestaciones de apoyo al sistema derrocado, ya con contramanifestaciones armadas y fomentadas por los golpistas, ya con el despliegue policíaco de sus esbirros, encarcelamientos masivos o disparando contra el pueblo para evitar que el sistema derrocado demuestre su apoyo popular. Leer la prensa e informarse en los distintos medios de comunicación es un hábito que está por encima de la ideología que gobierna los destinos de una nación. El pueblo ruso bajo el comunismo compraba y leía el Pravda, el Isvestia y otros periódicos cuya tirada era millonaria pues la gente, bajo cualquier sistema político, lee, ve y escucha de lo que hay. Cuando surge su sistema político crean su prensa golpista, brazo dialéctico de los usurpadores, instrumento capital desde el golpe de Estado hasta su quinta fase; y como tienen que hacerse con una clientela, recurren al robo, tanto de lectores como de los medios de comunicación, por la incautación, expropiación y confiscación de periódicos, revistas, cadenas de radio y televisión cuyo cierre y posterior cambio de nombre y titularidad las convierte en las medidas más eficaces para su libertad de expresión con lo que sólo podrán hablar ellos. Al cabo de unas pocas semanas, con un masivo lavado de cerebro, entremezclado del “puedo prometer y prometo”, muchos se darán cuenta de lo equivocados que estaban respaldando el sistema derrocado por los conspiradores y golpistas. Por lo que no puede sorprendernos cuando: 4º) No toleran que salgan periódicos en los cuales se expresen y promuevan con libertad absoluta ideas e ideologías contrarias a la suya, ya del sistema victimizado, como de otros, y se atrevan a ignorar la censura golpista pues, de hacerlo, les socavaría sus fundamentos dialéctico-golpistas en unos momentos en que el golpe no está completamente consolidado, aplicándoles la censura a posteriori. 5º) No toleran que el régimen derrocado por ellos pueda defenderse y hacer ver sus logros y aciertos en su gestión de gobierno. El control de los medios de manipulación de masas es vital. Ahora que se ha acabado con la libertad de expresión del sistema anterior, el truco consiste en que se llama a la nueva prensa, a la prensa golpista, surgida del robo o confiscación, tanto de sus medios como de sus lectores u oyentes, prensa libre. La prensa golpista estará siempre al servicio de los usurpadores pues son ellos mismos los que actúan por otros medios y, bajo el pretexto de ser libre, decidirá libremente no dar la más mínima cobertura a partidos, sistemas o actitudes individuales o colectivas que menoscaben a los golpistas. Antes sólo se podía leer la prensa del sistema anterior, ahora sólo se leerá la del nuevo sistema o bien una prensa marginal acobardada por la amenaza de cárcel y clausura, constreñida legalmente por los golpistas, a decir prácticamente nada y cercada por el poder financiero a vivir en la precariedad por la falta de anunciantes, como resultado de la hábil maniobra del control del mercado por los mismos. La reducen a ser su excusa virtual de diversidad en la expresión. Todo esto dará apariencias de libertad a los ignorantes, que no se percatan que el 100% de las televisoras y de las grandes cadenas de radio, y de la prensa de gran tirada, reciben el apoyo financiero del sistema golpista y se ayudan mutuamente, es decir, lo realmente efectivo lo controlan los golpistas. De ahí que: 6º) No toleran que la prensa desafecta a los golpistas reciba el más mínimo apoyo financiero que le lleve a competir, en igualdad de oportunidades, con la prensa golpista, con toda una serie de presiones y coacciones de todo tipo. 7º) No toleran que ninguna gran cadena de televisión, de prensa o de radio este fuera de su control y pueda promover, con auténtica libertad de expresión, otra alternativa de régimen al suyo, pues esa libertad de expresión, que dicen que hay, es sólo para que redunde en su exclusivo beneficio. Otra forma de impedir la libertad de expresión es legalizar la censura, basándose en decretos-leyes de defensa de un sistema político que no ha sido elegido por el pueblo soberano, para así impedir que el pueblo tome consciencia de sus patrañas e ilegitimidades múltiples por lo cual: 8º) No toleran con sus decretos-leyes para la defensa de su república o democracia conspiratoria y golpista, que haya una efectiva y real libertad de expresión para todos los demás sistemas políticos. Así sólo ellos pueden hacer apología sin tener a nadie que les haga sombra, con toda una serie de medidas basadas en la prepotencia y en la arbitrariedad y, posteriormente, por la legislación de sus capos parlamentarios. El control económico es vital para los golpistas al crear unas desigualdades y un ventajismo manifiesto por lo cual: 9º) No toleran que nadie más que ellos esté en control de la hacienda pública, con sus fondos reservados y no reservados, para así financiar con las arcas públicas, las de todo el pueblo, el sistema de la plutocracia golpista y a sus partidos. El paso siguiente que dan es el de controlar todas las instituciones clave, o crearlas si es necesario, dándoles, en su propaganda, una pretendida imparcialidad, trascendentalidad y liturgia jurídica que distan muchísimo de atenerse a la realidad, de ahí que para consolidar su golpe de Estado: 10º) No toleran que nadie más que ellos controle la junta suprema electoral, que estará, por lo tanto, siempre a su favor en los procedimientos y técnicas electorales, para declarar vencedores y vencidos. 11º) No toleran que nadie más que ellos sean los que controlen el censo electoral para que así puedan votar todos los muertos que les convengan, así como residentes en otras circunscripciones diferentes a las suyas, hacer que aparezcan haber votado los que se abstuvieron, etc., etc. 12º) No toleran que nadie, excepto ellos, controlen la justicia electoral, así consiguen, con jueces partisanos, lameculos del sistema, sentenciar en sus tribunales electorales, o supremos a quién le corresponde la victoria y si hubo fraude o no. En este momento, su nuevo objetivo es que los demás sistemas políticos, si quieren participar, en su proceso electoral, lo hagan a nivel de partido político y no de sistema político, es decir, que tienen que participar empequeñecidos y castrados en su farsa electoral, con lo cual el pueblo no podrá tener la libertad de elegir el sistema político de su agrado y, ni la monarquía, ni la democracia, el comunismo, la anarquía, la aristocracia, el fascismo, ni cualquier otro sistema político, no podrán ser elegidos. Los conspiradores y golpistas, que tanto están hablando, en estos momentos cruciales para ellos, de libertad y soberanía, están, de facto, establecidos como sistema político, sin haber sido elegidos por el pueblo como tal y quieren que el pueblo soberano sólo pueda elegir entre los partidos políticos a quienes ellos den su visto bueno, dando de entre todos ellos, a los suyos, a los partidos propios del sistema de multi-partido, una posición de jugador de ventaja, de ahí que: 13º) No toleran por lo general, que los seguidores del sistema que derrocan puedan participar como partido, privándoles de todo e ilegalizándoles, etc. Y que nunca puedan participar a nivel de sistema. 14º) No toleran con una discriminación apabullante, la participación de partidos que no tengan el visto bueno suyo y que no se sometan a su normativa totalitaria y golpista, imponiéndoles cómo deben estar estructurados internamente, número de afiliados para constituirse en partido, garantías, etc. Si quieren participar tiene que ser bajo las condiciones que les vayan dictando los golpistas: tener que acatar en todo momento la legalidad golpista, de lo contrario, se verían excluidos de toda participación en la farsa electoral. Para que les salgan los resultados electorales previstos de antemano tienen, una vez más, que recurrir a su sacrosanta intolerancia, de ahí que no pueda sorprendernos cuando: 15º) No toleran que nadie más que ellos hagan las leyes electorales para así también poder hacer la trampa. 16º) No toleran otros que no sean ellos los que creen las circunscripciones electorales, para así tener ellos la exclusiva en hacerlas y rehacerlas a conveniencia de sus necesidades golpistas y fraudatarias. 17º) No toleran a nadie, excepto a sí mismos, el supervisar los resultados electorales, pues los amos del sistema y sus lacayos no dejan ver lo que pasa en los recintos electorales cerrados, ni inspeccionar las computadoras electrónicas, etc. 18º) No toleran un hombre, un voto con leyes D’Hondt y otros trucos, como los de la representación mayoritaria, proporcional, la mixta, etc., o, el exigir en Estados Unidos casi 1 millón de firmas a los otros partidos para participar en sus democráticas elecciones, cuando los que se reparten el poder: los partidos demócrata y republicano no llegan a 60.000 firmas; o cuando exigen el 5% para poder ser representantes en su parlamento, elevándolo al 8% en Egipto o al 10% en Turquía para que el pueblo no pueda tener representación, o cuando con la representación por provincias unas pueden elegir con menos votos a los diputados que otras. Estos entre otros de sus muchos trucos, con lo que se consigue que el valor de un voto molesto para el sistema sea: 1/3, 1/14, 1/25 de un voto normal o incluso menos, si alcanza la representación, o cero absoluto si no llega a los topes que fijan. 19º) No toleran elecciones sin fraude y sin claro ventajismo en su favor como lo atestiguan más de mil fraudes electorales por todo el mundo. 20º) No toleran en muchos países, que no se deje de votar en sus farsas electorales con represiones brutales y grandes multas. 21º) No toleran que se rechace su imposición totalitaria de ser partícipes y cómplices, forzando y coaccionando a la ciudadanía a participar como comisionados del sistema golpista en las mesas de votación de su montaje electoral. 22º) No toleran la igualdad económica de oportunidades de los partidos legalizados por los golpistas, pues sólo así, los partidos del sistema golpista, es decir, de la gran finanza y de la narco-democracia, tienen garantizados excluir a los partidos del pueblo y gobernar sin ser representativos. 23º) No toleran que el pueblo sepa que en la inauguración de los partidos propios del sistema multi-partido, en sus primeros congresos o sesiones inaugurales, se llenan sus grandes locales con extras pagados, tanto para hacer bulto como para aplaudir, para así deslumbrar a los incautos teleadictos. 24º) No toleran que los partidos tengan la organización y estructura interna que ellos mismos decidan, imponiéndoles los golpistas la suya, aunque el 100% de los afiliados no lo quiera. 25º) No toleran que no haya sino una gigantesca propaganda a favor de los cabecillas golpistas y sus partidos, equivalente a decenas y decenas de millones de dólares, con lo que se colocan en una clarísima situación de ventaja, al darle a su capo gobernante un protagonismo que le beneficiará cuando las elecciones sean convocadas. 26º) No toleran que nadie más que ellos controlen los ordenadores y así estos les darán los resultados deseados, trucándolos a conveniencia o estropeándose momentánea y oportunamente cuando la tendencia les sea adversa. 27º) No toleran, controlando cuidadosamente los multimedia, convertidos ahora en medios de manipulación de masas, que no se airee otras intenciones de voto que aquellas que puedan beneficiar a los golpistas.
☰ Capítulo III — Puntos 28-54) Consolidación del Poder y Fases Golpistas. ☰
Las libertades colectivas sufren un notable deterioro también, a pesar de las falsas expectativas, porque:
28º) No toleran que el pueblo soberano, ni ningún otro sistema o partido político puedan anular, rectificar o enmendar sus arbitrarios y ventajistas decretos-leyes, con lo que van avasallando y consolidando sus espurias posiciones.
29º) No toleran que los otros sistemas políticos participen a otro nivel que no sea el de partido político, mientras que ellos, los conspiradores, por su golpismo, están, de facto, entronizados como sistema para conducir al montaje de las asambleas constituyentes. Los otros sistemas políticos, si quieren participar, no podrán hacerlo como tales, sino encogidos y castrados a nivel de partido político, reconociéndoles de facto, en su impotencia, una legitimidad inexistente y conseguida con malas artes.
Ya consolidadas sus posiciones, por todo lo antedicho, salen elegidos de forma preponderante y hegemónica los partidos propios del sistema de multi-partido finalizando exitosamente la segunda fase golpista.
Los demás sistemas políticos, y no todos, sólo han podido participar a nivel de partido bajo la tutela castradora del sistema golpista.
Se inicia la tercera fase golpista, ahora pueden diseñar un panfleto constitucional a su medida pues:
30º) No toleran que el pueblo soberano redacte una o más constituciones para después decidirse por la mejor; lo harán ellos, con lo cual el pueblo soberano no podrá ni hacer ni elegir su constitución.
31º) No toleran que el pueblo soberano proponga, imponga o modifique artículos, capítulos, secciones y títulos de esa constitución fraudataria y golpista.
32º) No toleran que en su panfleto constitucional el pueblo, llamado por ellos soberano, tenga el más mínimo protagonismo decisivo en ningún aspecto.
Antiguamente, por lo general, el panfleto constitucional entraba en vigor sin mediar referéndum, bastaba con la aprobación de los auto-representantes del sistema golpista parodiando representar al pueblo. Ahora que tienen más aplomo y seguridad en sí mismos, al haber mejorado las técnicas manipuladoras, si ese panfleto constitucional es sometido a referéndum:
33º) No toleran otros que no sean ellos los que convoquen el referéndum y que sólo sea en el momento y en los términos que les sean favorables.
34º) No toleran, al igual que en la segunda fase golpista, con todas las ventajas económico-legales, que los que se opongan a su panfleto constitucional gocen de igualdad de oportunidades, tanto en los medios estatales como en los medios privados, que los golpistas controlan masivamente.
35º) No toleran más que una alocución final y siempre a favor de su panfleto constitucional protagonizada por el capo golpista por lo general.
36º) No toleran, estando en posesión de todos los dispositivos de su Estado totalitario y opresor, que salgan otros resultados que un sí, por lo general masivo.
Los síes son tan extraordinariamente reiterativos que pasan a ser un gigantesco desafío al sentido común y a la ciencia matemática que la combinatoria con repetición es incapaz de explicar tamaña casualidad si no es por el fraude.
Si con todas las manipulaciones citadas saliese un no, como pasó en Albania, sencillamente el sistema golpista no se daría por aludido y modificando unos pocos artículos, las veces que hiciesen falta, volverían a presentar una y otra vez su panfleto constitucional, ya que no interpretarían el no a su panfleto como un rechazo a su sistema, sino a una expresión parcial del mismo representado por su panfleto constitucional.
Con todo esto se consigue, por parte de los golpistas, imponer de un solo golpe su sistema político, la variante de éste y una constitución, sin que el pueblo soberano haya podido elegir en ningún momento, pues por definición, para optar hay que hacerlo entre dos o más posibilidades, es decir, que:
37º) No toleran que el pueblo sea tan libre y soberano como para elegir el sistema político de su parecer de entre todos los existentes, los golpistas se atribuyen esa facultad, robándosela al pueblo.
38º) No toleran que el pueblo sea libre y soberano como para elegir la variante del sistema político.
39º) No toleran que el pueblo tenga una libertad y la soberanía como para elegir una constitución de entre las que pueda ofertar la variante elegida del sistema de su agrado.
Y además:
40º) No toleran al Pueblo, al que cínicamente llaman soberano, ni restringiendo las opciones, pueda decidir si quiere auto-representarse y por lo tanto legislar por sí mismo tal y como lo hacía el pueblo de Atenas consigo mismo, pues era una democracia, o si quiere ser representado por el sistema republicano o de multi-partido o por otro mixto de los citados.
41º) No toleran la soberanía popular, al residir el ejecutivo en el capo de un partido oligárquico y no en el pueblo soberano.
La maniobra ha sido extremadamente burda, grotesca y artera pero ha funcionado, el golpe de Estado contra el pueblo soberano ha sido un éxito, se le ha impuesto un sistema político y no se le ha dado la más mínima libertad para elegir y, para dicha de los golpistas: el paletariado y los teleadictos no se han percatado de nada y el sistema golpista sigue su andadura.
Su propaganda clama ahora que el pueblo se ha dado una constitución, que el pueblo ha escogido la libertad, que el pueblo ha hablado, que su sistema está legitimado por las urnas y por la voluntad popular, así como otras argumentaciones del mismo estilo, todo lo cual les será utilísimo para la quinta fase golpista.
La prensa golpista ha jugado un papel decisivo a lo largo de toda la segunda y tercera fases golpistas, pues sólo dio a conocer las actividades de los partidos del sistema (suelen ser de dos a cinco según algunos países) y así, el pueblo soberano conoció sólo a ellos de entre docenas y docenas de otros partidos que no tuvieron, porque se los impidieron, sin igualdad de oportunidades, siendo completamente desconocidos, con lo que sus posibilidades electorales fueron nulas, tal y como estaba previsto de antemano. Y otros recibieron el papel del malo, impidiéndoles ganarse la confianza y el apoyo del pueblo.
El pueblo soberano, de esta manera, es encarrilado como las reses que se llevan al matadero. La única diferencia consiste en que éstas se dan cuenta del trágico fin que les espera; mientras que el rebaño humano, conducido por flautistas de Hamelin de sucias manos de cambistas y usureros que controlan la prensa golpista, no se percata de nada, se cree libre y dueño de su destino, yendo con la ilusión de los ilusos a poner su granito de arena en la construcción del nuevo Estado totalitario.
Así se consigue eliminar completamente la democracia, al no existir el poder del pueblo, ya que se priva al pueblo de todo poder decisorio y real.
Una vez aprobado su panfleto constitucional, comienza la cuarta fase golpista, la del normal desenvolvimiento de las instituciones de los conspiradores y golpistas.
La prensa golpista seguirá con su andadura desinformativa a lo largo de toda la cuarta fase golpista, manteniendo la cuidada y selectiva cobertura informativa para los partidos de los golpistas, ignorando y relegando a los demás, con lo que el pueblo soberano, al saber sólo de ellos, les vota y apoya.
Entre la normal liturgia demagógica que traen los golpistas en su ideología y reflejan en su panfleto constitucional figura el llamado equilibrio de poderes entre los cuerpos judiciales, legislativo y ejecutivo.
Los que controlan todos los resortes del poder y son todos para uno y uno para todos nos quieren hacer creer en su trinidad: son tres, diferentes e independientes entre sí, con vida y criterio propio, pero colaborando mancomunadamente en una armonía institucional.
Si vemos el funcionamiento real de sus instituciones, notamos que lo que verdaderamente hay es un equilibrismo circense pues los equilibristas:
42º) No toleran que la Justicia sea un poder independiente, por no tener poder para pagarse y organizarse a sí misma, para nombrar y promover a sus jueces y grandes magistrados, para trazar su política general y pautas maestras de actuación, pues para ello dependen de otros poderes que le usurpan atribuciones.
43º) No toleran que el parlamento sea un poder autónomo, ya que, aparte de usurpar con sus comisiones de investigación infinidad de competencias de los órganos de Justicia; por medio de listas cerradas y disciplina de partido, por no ser la promoción a diputado consecuencia de méritos propios sino de favores las más de las veces, por coexistir el diputado bulto o masa y el diputado real, o por la compra al diputado; o por la obediencia debida al capo del ejecutivo y a quienes les costean las costosísimas campañas electorales.
44º) No toleran que el ejecutivo sea un poder autónomo, por ser un pelele controlado por los poderes fácticos, los mismos que controlan a los otros dos: la gran finanza, la banca; el tejido de familias imbricadas en el ejército, la gran industria, los medios de manipulación de masas, actuando a través de confraternidades ocultistas a quienes deben obediencia, son los que equilibran el sistema golpista. Todo Estado tendrá siempre nombres y apellidos y nunca será un ente abstracto.
Ya disueltas las asambleas constituyentes, tras la aprobación, de ya se sabe cómo, de su panfleto constitucional, se convocan las primeras elecciones generales en una situación de tahúr, de jugador de ventaja, bien cebados, con lo que ya han robado y con el respaldo de toda la maquinaria del Estado de su lado, prosiguen en su intolerancia pues:
45º) No toleran, al igual que en la segunda y tercera fase golpista, la igualdad de propaganda, so pretexto de informar, hacen propaganda millonaria a los capos golpistas y a su falsa oposición, indicando sus multimedios golpistas, entre otras cosas, que sólo ellos mismos son los que tienen posibilidades, educando al electorado a lograrles la cuadratura del círculo.
Los golpistas, aparte del fraude legal, recurren normal y frecuentísimamente al fraude electoral con pucherazos de todo tipo: urnas rellenas de antemano, compra de voto, se les estropean los ordenadores, amenazas, coacciones, carencia de secreto al votar, etc., etc., etc., lo cual, junto a la inexistencia de igualdad de oportunidades para costearse las elecciones y no tener igual de cobertura informativa, redondea la farsa de auto-representarse a sí mismos, predominantemente, en su sistema parlamentario.
Si Jesucristo, que sabía que tenía que estar predicando tres años, o sea, haciendo propaganda, se hubiese limitado a los escasos veinte minutos del sermón de la montaña, poco hubiese conseguido, es decir, que:
46º) No toleran, desde del ventajismo de sus primeras elecciones generales, con sus leyes D’Hondt, su desigual cobertura informativa electoral, etc., etc., que los partidos marginados por sus maniobras legales, económicas y desinformativas, tengan más que los comprobados ineficaces cinco minutos en los medios de difusión unas pocas veces cada tres, cuatro o más años; ni reciban subvenciones por voto como ellos, o sea, ninguna igualdad pero todas las desventajas: los peores puntos para sus puestos, las peores vallas a sus carteles, las peores horas a sus emisiones, etc., etc. Con lo cual, los ventajistas, los enemigos de la igualdad de oportunidades, superando amplísimamente el tercermundismo de los cinco minutos, con un clientelismo político, con subvenciones legales y extralegales, etc., tendrán una posición sólida por mucho tiempo.
En esta cuarta fase golpista, los impostores, no permitirán al pueblo hacer uso de las prerrogativas de un pueblo libre y soberano pues en su panfleto constitucional, en la inmensa mayoría de los países, vienen cláusulas golpistas sumamente restrictivas a la libertad, así, salvo en Suiza y poco más, aunque de bien poco les vale, sólo las oligarquías golpistas serán las que tengan la exclusiva de convocar referenda y, lo mismo que han hecho para la farsa del referéndum constitucional, lo continúan en los demás referenda, de cualquier género que sean, ya que:
47º) No toleran que el pueblo soberano pueda convocar por sí mismo los referenda que le parezca; siendo el capo del sistema multi-partido o su parlamento quienes se arrogan la exclusiva a expensas del pueblo.
48º) No toleran que haya igualdad de oportunidades en los referenda convocados por los conspiradores y golpistas, al poner todos medios propagandísticos-económicos de sus multimedios plutocráticos, junto a los del Estado, en su favor, no dando en todos estos medios el 50% del tiempo disponible, conculcando la igualdad de oportunidades.
49º) No toleran la igualdad de oportunidades en la alocución final de sus otros referenda, siendo siempre el capo del sistema el que diga la última palabra y pida un sí a su propuesta; a los partidarios del rechazo no se les dará el mismo tiempo ni podrán hablar nunca en última alocución.
De ahí que no sea en absoluto de extrañar, por ejemplo que en Dinamarca, aunque el pueblo soberano votó no en el referéndum del mercado común, al tener los golpistas el derecho y la exclusiva de convocar referenda, ofreciendo bajar los impuestos, es decir, que mediante la compra de votos y el control mediático, se saliese con la suya en un segundo referéndum. Y no hay un tercero sobre el mismo porque el pueblo no puede convocarlo, la constitución golpista se lo impide.
La afrenta a la democracia y a la soberanía popular es también flagrante y manifiesta en esta cuarta fase golpista puesto que:
50º) No toleran las reglas fijas en el juego político, los golpistas se reservan cambiar toda ley, todo reglamento y normativa de sus leyes electorales, a su conveniencia, incluyendo su panfleto constitucional, para la consecución de sus fines. Sólo ellos sabrán a qué atenerse. Así, en las circunscripciones, la representatividad puede ser proporcional, mayoritaria, mixta, etc. Los requisitos para participar de los partidos variarán a su conveniencia; se cambian de tamaño los distritos electorales, etc. Se vive bajo un golpe de Estado permanente bajo ínfulas de legalidad, pudiéndose ver en Francia, cambiada la ley electoral, en unas mismas elecciones, a un partido con 4,5 millones de votos sacar un diputado, y otro, con 1,5 millones tener más de veinte, valiendo para el sistema golpista cada uno de los votos de los primeros menos de 1/60 del voto de los segundos. Todo encaminado a la continuación de la conspiración y el golpismo pero por otros medios.
Resulta especialmente totalitario y flagrante la conculcación de la soberanía nacional ya que:
51º) No toleran la formación de la voluntad popular, castrándola, coartándola, frustrándola, cuando ven que ésta se encamina libremente por senderos divergentes en lo político, social, económico, racial, etc. Pues su instinto golpista de conservación les lleva, por naturaleza propia, a sojuzgar permanentemente al pueblo soberano y a imponerle siempre su voluntad, ya que, al privarle al pueblo de la libertad para elegir el sistema político, demuestran que tienen miedo a la libertad.
Con un sistema político de tal catadura no puede resultarnos extraño, continuando con su normal funcionamiento ver que:
52º) No toleran una verdadera representación popular, ya que la plutocracia y sus compañeros de viaje les cierran el paso, así, la mayoría de los representantes no serán de oficios o populares, sino de las profesiones, siempre y cuando su entronque sea con las grandes familias financiero-golpistas.
53º) No toleran que sus auto-representantes, es decir, sus diputados y senadores, tengan un sueldo representativo de aquellos que pretenden hacernos creer que representan.
54) No toleran que los representantes de sus asambleas corporativas burguesas se vean obligados, por mandato imperativo y por las más elementales pautas de honradez y decencia políticas, a seguir representando a quienes les votaron, con lo cual, si quieren, pueden pasarse a representar a otros que no les votaron a expensas de los primeros, sin que nadie pueda evitarlo, representándose a sí mismos.
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55º) No toleran que se obligue a los partidos políticos que hacen pactos y alianzas, que cada cual tenga la representación de sus votos, así la representación entre éstos se hará por su aportación económica y de medios de prensa golpista que aporten al pacto, con lo que un partido que aporta el 75% de los votos de la alianza electoral puede tener, por ejemplo, un 40% de los representantes y de este modo tendremos que la voluntad individual de los votantes no cuenta para nada al ir a parar su voto donde ellos ni querrían ni pensaban.
Se crea pues un Estado de hecho, basado en la imposición totalitaria de un derecho que ni es elegido por el pueblo ni puede ser modificado por el mismo: el Estado de derecho golpista.
¿Cuál es la actitud reguladora del Estado de derecho golpista una vez que ha entrado en vigor su normativa totalitaria? Muy sencillo, no hay más que seguir su reguero de imposiciones y arbitrariedades, de ahí resulta que:
56º) No toleran, en su espíritu de conquista y usurpación, más que un Estado de derecho golpista, es decir, de derecho capitalista.
El sistema político de multi-partido, en su necesidad de controlar todos los mecanismos del poder, necesita que estén politizados en su favor, incluyendo, claro está, al llamado por ellos poder judicial, de ahí que:
57º) No toleran que su justicia no esté politizada, ya que, en sus asociaciones de jueces y magistrados, tienen, según países, Asociaciones Republicanas de Jueces, Jueces para la Democracia, etc., etc., es decir, se adscriben a un sistema político. Lo mismo al nombrar a políticos con carnet de partido, para convertirse por varita mágica en imparciales paladines de la justicia en sus tribunales supremos y constitucionales para luego recuperar su carnet y ser, otra vez, unos vulgares demagogos.
Al aprobarse su panfleto constitucional, ya se sabe cómo, el sistema golpista se considera legitimado y se arroga para sí el ejercicio en exclusiva de la justicia para poder seguir cumpliendo su agenda totalitaria y corruptora, excluyendo al pueblo de la elaboración y tutela de las leyes, pues es manifiesto que, en esta cuarta fase golpista:
58º) No toleran, los que dicen hasta la saciedad que todos somos iguales ante la ley, que lo seamos real y efectivamente, ya que para ellos eso no vale, ya que, a sus auto-representantes les dan la inmunidad, y nadie se atreve con miembros del gobierno que detenta el poder, ni siquiera con los altos cargos. Todos ellos tienen trato desigual y ventajoso, no sólo para sí mismos sino para sus familias, amistades, amantes, etc.
59º) No toleran métodos y leyes eficaces que acaben con los narco-demócratas.
60º) No toleran que el pueblo se defienda de los delincuentes, estableciendo, popular y libremente, patrullas vecinales, somatenes del pueblo o cualquier otra medida ciudadana para acabar con esa lacra propiciada por el sistema golpista, a la par que evitan la efectividad de muchas de sus propias leyes, como las inmigratorias y las de represión real y efectiva del consumo de drogas.
61º) No toleran que sus corruptos políticos (que son legión) cumplan condenas ejemplares.
62º) No toleran que el pueblo pueda, si lo desea, aplicar la ley de Lynch y ejercerla en juicio sumarísimo, pues estos juicios se los reservan los golpistas para los enemigos de su sistema como se vio en la Revolución Francesa y en las matanzas de 1945 en Francia e Italia por ejemplo.
63º) No toleran que el pueblo decida qué condenas se ha de imponer a cada delito. Ni que decida sobre lo que debe o no debe ser delito.
64º) No toleran una justicia independiente. El sistema golpista es quien nombra, paga y promueve a sus jueces-lacayos.
65º) No toleran la amnistía popular, que el pueblo pueda dar por sí mismo todas las amnistías que juzgue convenientes: individuales o colectivas, a nivel local, regional o general, pues, los que detentan el poder, quieren esta prebenda para ellos y así beneficiar a sus criminales y corruptos.
66º) No toleran la justicia popular ni otros jueces que los jueces burgueses, privando al pueblo de ejercer por sí mismo tan soberana atribución.
67º) No toleran otro peritaje que el de sus médicos forenses, saliendo sorprendentes dictámenes como el de la Comisión Warren: “El presidente Kennedy recibió un tiro en la nuca”, aunque en una película filmada por un testigo se vio que su cabeza caía hacia atrás y no hacia delante, lo lógico y previsible con una bala penetrándole en la nuca a más de 300 kilómetros por hora. Dictámenes como este los ha habido por miles, en el sistema multi-partido, cuando se ha tenido necesidad de proteger a uno de sus criminales y corruptos.
68º) No toleran, los que dicen que todos somos iguales, que haya igualdad entre el hombre y la mujer, pues les dan a ésta una discriminación positiva en el divorcio, en el acceso a la función pública y cuotas ventajosas para los empleo de empresa privada, etc., resultando una discriminación negativa para el hombre y un flagrante ataque a su aguada teoría igualitaria.
69º) No toleran, aquellos que dicen que todos somos iguales, que en el servicio militar obligatorio, que sigue siendo el predominante, tenga en sus filas un 50% de sus efectivos de mujeres, siendo las apelaciones y juicios llevados a cabo para promover la igualdad, rechazados con argumentos bufonescos y carentes de la más elemental lógica y sentido común al justificar por ejemplo “de tener el cupo cubierto con los varones”, y esto país tras país por más de ciento cincuenta años. Sirviéndoles de nueva excusa el ejército profesional, implantado sólo en un puñado de países, donde no se les reserva ni el 50% de las plazas ni el 50% de la publicidad reclutadora.
Los que han dado el golpe de Estado han sido las oligarquías burguesas, los que más tienen, y ellos, que no son tontos, no van a hacer leyes para que el que más tenga más pague, ya que su mayor obsesión es ser más rico cada día para tener más poder y ser más ricos aún, de ahí que:
69º) No toleran que el que más tenga más pague, aunque en sus panfletos constitucionales haya leyes y disposiciones adicionales que hablen de ello, pues hay una serie de incentivos, desgravaciones, subvenciones, olvidos, vistas gordas, chantaje, coacción y compra de funcionarios y otras leyes que hacen que, sólo real y efectivamente, paguen los que menos tienen.
70º) No toleran que el pueblo se haga con el control de la inspección de la hacienda pública, pues sólo los lacayos del sistema tienen acceso a esta información privilegiada y reservada para el sistema.
71º) No toleran que la economía esté al servicio del hombre y de la sociedad, para ellos es la humanidad la que tiene que estar al servicio de su economía.
72º) No toleran otra liberación económica de la mujer que la que permite, al doblar la oferta de trabajo, reducir a la mitad sus costes salariales y así, explotar a dos, al matrimonio, por el precio de uno, evitando cuidadosamente la banca y la gran finanza que suponga la capitalización de la familia.
73º) No toleran que el pueblo controle la política financiera, bancaria, económica y fiduciaria, pues no podrían acrecentar desmesuradamente su riqueza y poder, y así, cuando crean el dinero nace éste con deuda.
74º) No toleran que el pueblo determine la política fiscal, impositiva, crediticia, decidiendo sobre estas materias.
La prepotencia del sistema multi-partido se manifiesta en esta cuarta fase golpista en un amplio abanico de restricciones a la soberanía popular, como lo ponen de manifiesto una larga serie de arbitrariedades, ya que no quieren que el pueblo llegue a gobernar, para lo cual, con el sistema de auto-representación, las mafias oligárquicas cierran el paso al pueblo a la legislación sobre los temas que para él son vitales, algunos de los cuales ya los hemos indicado, además:
75º) No toleran que el pueblo se haga con el control de las leyes de inmigración y con los medios para revertir las oleadas invasoras si lo considera conveniente.
76º) No toleran, con sus leyes abortistas-genocidas, aceleradoras de su sueño multicultural, que se termine con el holocausto de los niños europeos.
77º) No toleran que el pueblo determine la política cultural.
78º) No toleran que el pueblo determine la política social.
79º) No toleran que el pueblo determine la política internacional.
80º) No toleran que el pueblo, llamado por ellos soberano, conozca sus tratados y pactos secretos con otras potencias. ¡No es ridículo que un soberano no sepa nada de lo que pasa a su alrededor!
81º) No toleran que sea el pueblo el que decida que libertades quiere darse y dar, es la minoría impostora quién lo hace.
82º) No toleran que el pueblo pueda tener las armas que le plazca. El soberano tiene que estar desarmado, ¡incongruencia inaudita!, mientras que los servidores del pueblo, con las armas en la mano, están en condición de imponerle al pueblo su voluntad.
83º) No toleran que el pueblo pueda abolir cuando lo desee la constitución golpista.
84º) No toleran que el pueblo pueda deponer, cuando lo crea conveniente, a los que gobiernan, pues el sistema golpista y la constitución, no elegida por el pueblo, se lo impiden. Entre otras de sus normales afrentas a la soberanía popular podemos destacar que:
85º) No toleran otra libertad de expresión que aquella que sirve para decir lo que ellos quieren que se diga.
86º) No toleran que se les obligue a materializar sus promesas electorales incumplidas.
87º) No toleran que se sepa, con sus mentiras mil veces repetidas, que su sistema no es democracia ni surge de la voluntad popular. Sólo son oligarquías totalitarias que, formal y externamente, adoptan la forma republicana para la mejor consecución de sus metas.
88º) No toleran que haya otra mayoría que la mayoría silenciosa. Silenciosa y pasiva; un silencio de los corderos a base de pueblo amedrentado, desinformado, manipulado y corrompido.
89º) No toleran, los que se autocalifican de demócratas, que los soldados elijan a los oficiales y jefes tal y como se hacía en la Grecia Clásica y relataba, entre otros, Jenofonte en su Anábasis. Lo de democracia es sólo para la galería, para los no entendidos.
90º) No toleran que cuando se erige un monumento, un parque o se acomete una obra urbanística de cualquier género, que los vecinos sean parte interesada y por tanto puedan rechazarla, modificarla o elegirla entre los otros proyectos. Son los auto-representantes del sistema quienes siempre deciden.
El sistema de multi-partido tiene una vocación conspiratoria y golpista que traspasa sus propias fronteras, su vocación es imperialista y totalitaria, se refuerza atacando a los demás, resultando que:
91º) No toleran la autodeterminación de los pueblos sometidos a su bota. Así, pueblos conquistados a sangre y fuego como Alemania, Italia, Japón, que habían elegido otros sistemas políticos se les impone el de sus vencedores. Los Estados de la confederación norteamericana, Escocia, Bretaña, tribus indias de norte, centro y sur de América y tantos otros pueblos más tienen que padecer al opresor y a su sistema.
92º) No toleran, en su imperialismo totalitario, pueblos y naciones con otro sistema político que no sea el de multi-partido. La conspiración, el terrorismo, la financiación de partidos en la clandestinidad, el magnicidio, el crimen, la mentira, la traición, la demagogia, la presión económica-financiera, la subversión y el golpismo. Ya en el poder, siguen financiando partidos, tanto en el periodo de asamblea constituyente como en el de elecciones generales. Estas son sus armas favoritas para doblegar a los demás.
93º) No toleran que sus Naciones Unidas sean las naciones iguales, reservándose las potencias nucleares el derecho al veto, manipulando a su antojo a las demás naciones y dando trato desigual a ciertas naciones para que, hagan lo que hagan, las resoluciones no les afecten, al contrario que las otras. Es la repetición de la parodia democrática pero a otro nivel.
94º) No toleran que haya otro gobierno que el gobierno mundial.
95º) No toleran la coexistencia pacífica entre los diferentes sistemas políticos.
96º) No toleran otra soberanía nacional que la soberanía limitada.
En el sistema derrocado por los conspiradores y golpistas existía, por lo general, la censura a priori en la cual, los que iban a publicar algo, tenían que autocensurarse para poder pasar la censura.
Los golpistas sustituyen esto por la censura a posteriori, con la cual, los que quieran publicar algo que pueda molestar a los golpistas libertarios, tienen que autocensurarse previamente para poder pasar a la censura a posteriori, deduciéndose que:
97º) No toleran que se pueda hablar o publicar nada sin la coacción o el chantaje de su censura a posteriori y de sus multas y medidas carcelarias represivas.
98º) No toleran tesis doctorales que cuestionen de alguna manera al sistema, incluso tratando biográficamente a personajes de sistemas anteriores, haciendo entrar en razón a los doctorandos con el riesgo que su tesis no sea aprobada.
99º) No toleran que se publiquen libros, vídeos, cintas y un largo etcétera, que no sea de su agrado, ya retirándolos de la circulación y persiguiendo a sus promotores, autores y realizadores.
100º) No toleran la libertad de cátedra si no es para que se diga y repita lo que ellos quieren que se diga y repita, reduciendo al silencio, ya por autocensura a priori, amenazas o represión legal o por piquetes pagados o manipulados.
101º) No toleran, los que hablan hasta por los codos de libertad de expresión, que se sepa de la enorme y forzada autocensura a que se ve sometida la ciudadanía con criterio propio en su vida cotidiana, ni que se tenga consciencia de que hay una censura a posteriori y leyes de autodefensa del sistema conspiratorio y golpista cual espada de Damocles sobre el pueblo.
También podemos señalar que:
102º) No toleran que se ponga fin a su demagogia.
103º) No toleran el prohibido prohibir aunque salga del pueblo soberano.
104º) No toleran que el pueblo desarrolle ideas y criterios propios, sometiéndole a una teledirigida y falseada visión del mundo.
105º) No toleran a quienes no les toleran, demostrando una flagrante contradicción. Si fuesen tolerantes, lo serían en todo momento y circunstancias.
106º) No toleran que haya otras reivindicaciones que las suyas o las de su falsa oposición.
107º) No toleran otro sindicalismo que su sindicalismo vertical y adocenado, donde sus dirigentes liberados o reciben sueldo del sistema de forma legal, o lo obtienen por otra vía, para mayor burla de sus representados.
108º) No toleran que haya otro tipo de huelgas que las legisladas por ellos, las adocenadas, con sus servicios mínimos-máximos desvirtuantes.
Quién controla el pasado controla el futuro, de ahí que, para seguir fomentando su pretendida panacea universal, la mentira sea una de sus mejores armas: es mentira que su sistema golpista sea democracia, es mentira que sean el gobierno del pueblo, mienten cuando hablan de legitimidad, mienten al decir que el que más tiene más paga, es mentira lo de la igualdad de oportunidades, mienten cuando hablan de elecciones libres, mienten cuando dicen que la justicia es igual para todos, es mentira que sus capos parlamentarios representen al pueblo, mienten en sus promesas electorales, mienten al decir que el pueblo es libre y soberano, mienten cuando dicen que el pueblo los ha elegido, mienten, mienten, mienten, mienten en todo momento pero no en todo.
Afortunadamente con el genocidio de los 6 millones nos han mentido, están en posesión de la verdad absoluta, pero ésta, desgraciada e inauditamente, no está en condiciones de defenderse por sí misma como cabría esperar y, aunque la verdad siempre resplandece y no hay nada más difícil que atacar a la verdad, están, inexplicablemente, a la defensiva.
Cuando la verdad no puede mantenerse por sí misma y se tiene que recurrir para consolidarla con medidas represivo-policiacas de multas, privación de libertad, pérdida de empleo, caza y acoso del hombre, nos encontramos con una verdad debilitada, que increíblemente pierde la batalla dialéctica y tiene que refugiarse, por tanto, en la intolerancia y en no poder brillar con luz propia como sería de esperar y entonces:
109º) No toleran otra visión de la Historia que no sea la suya, y muy en particular ciertos hechos de la Segunda Guerra Mundial. Pareciéndoles completamente normal que se pueda ser juez y parte, vencedor y juzgador. De ahí que no resulte nada extraño, con toda la eficacia demostrada en todo el proceso, que se atribuyese a Alemania la culpabilidad en las matanzas estalinistas de Katyn y que hubiese que esperar más de cuarenta años para demostrar esa mentira.
Así, en aquellos cruciales momentos:
110º) No toleran, los vencedores-juzgadores, la plena libertad de obrar a la defensa para interrogar a la parte contraria, que podía hacer inculpaciones por correo y que no se sometía a careo y a la comprobación rigurosa de datos como fechas, lugares y circunstancias.
111º) No toleran que la parte inculpadora tenga que pasar la prueba de la contradicción. De ahí que no sea del todo extraño que hubiese jueces, sin tacha, de los vencedores-juzgadores, como Wennersturm, que renunciasen a su cargo de vencedor-juzgador.
112º) No toleran que se niegue el veredicto de los vencedores-juzgadores: de sus jueces y parte, y por mucha meticulosidad, cientificidad, comprobación, confrontación de datos y resalte de incongruencias que se haga. En vez de recibirlas como una aportación al esclarecimiento de los hechos y a la verdad, resulta, que no sólo no son válidas, sino que se expone a la difamación y al presidio por parte de los vencedores-juzgadores, los jueces y parte.
113º) No toleran, en aquellos tiempos, a países neutrales asumir la responsabilidad de hacer un juicio imparcial, en el que los vencedores no fuesen los juzgadores y dejasen de ser, a la vez, jueces y parte.
Acostumbrados a la conspiración y al golpismo, a avasallar al pueblo con sus arbitrariedades y demagogia, establecen infinidad de leyes y disposiciones legales sin tener un mandato popular.
Cumpliendo sólo una mínima parte de lo prometido y legislando desproporcionadamente sobre lo no incluido en su programa electoral oficial, el sistema conspirador y golpista, tiene el cinismo de decir que los sistemas totalitarios son aquellos en los que se legisla sin tener un mandato popular.
Una de sus más descaradas y totalitarias imposiciones es la creación de las sociedades multiculturales, impuestas país tras país, incluso teniendo hasta el 87% en contra como en Gran Bretaña y porcentajes cercanos en Australia y otros países.
El sistema golpista tiene una política racista para llevar adelante sus proyectos raciales, sirviéndose para ello de leyes de inmigración, que son las que siempre determinan la política racial de un país, y así instilarnos, su racismo negativo.
Para llevar a cabo sus perversos proyectos, como siempre, recurren a la desinformación, a los hechos consumados, al masivo uso de una propaganda y al lavado de cerebro, reforzando todo esto con medidas represivas llevadas a cabo por sus leyes y sus esbirros policiacos. Las consecuencias, en esta cuarta fase golpista, son claras ya que:
114º) No toleran que la imposición totalitaria de su sueño multiculturalista sea rechazada por el pueblo que sólo puede oír un argumento, el suyo, y cualquier articulación popular en contra sería reprimida severa y antipopularmente.
115º) No toleran que se dé, por tanto, igualdad de oportunidades en los medios de comunicación a los que no quieren la imposición de las sociedades multiculturales no pedidas, ni con recogida de firmas entre el pueblo soberano, ni con previas manifestaciones multitudinarias para el mismo propósito. Los conculcadores de la voluntad popular nos la imponen, ya que nunca formaron parte de las promesas electorales de sus programas electorales oficiales.
116º) No toleran que el pueblo soberano no acepte la sociedad multicultural, imponiéndole, con subterfugios, con su rodillo propagandístico y leyes restrictivas de la libertad de expresión, de organización, autodefensa política y de réplica, entre otros muchos: cafres y jíbaros de las antípodas.
117º) No toleran que el pueblo sea el que determine la política racial y eugenésica y pueda imponer su criterio, tanto si difiere o no con el racismo negativo de los golpistas.
118º) No toleran que el pueblo, es decir, el soberano, pueda imponer, si así lo cree conveniente, la eutanasia.
119º) No toleran que haya medios de comunicación en los que se rechace las sociedades multiculturales impuestas por la política racista del sistema golpista, clausurándolos, encarcelándolos, multándolos, privándoles del derecho a la libertad de expresión.
120º) No toleran las razas homogéneas con una deliberada y coordinada estrategia que abarca desde Nueva Zelanda y Australia a toda Europa, pasando por Argentina y Chile para acabar en Canadá y en los Estados Unidos, país éste que da la pauta, en el que incluso ya no toleran ni ciudades ni barrios racialmente homogéneos.
121º) No toleran que se sepa del volumen real de criminalidad de los alienígenas para impedir una sana reacción popular de autodefensa.
122º) No toleran que el pueblo, como en California, decida, ni por referéndum, quitarles las prebendas sociales y el trato de ventaja y de favor a los invasores, otorgándoles por ejemplo, amnistías repetidas a seres que violan las leyes de inmigración, o impedir la deportación de los delincuentes, etc., pues los jueces del sistema golpista, si se da el caso, se ponen en contra del pueblo soberano y de su voluntad, interpretando el panfleto constitucional acorde con la política racista del sistema.
123º) No toleran que el pueblo discrimine por su cuenta y riesgo o que sean otros que promuevan discriminaciones que no sean las positivas, pues no habrá libertad para discriminar, sino libertad para aceptar las discriminaciones que nos impongan los conspiradores y golpistas, que son las positivas.
124º) No toleran el principio de autodeterminación fóbica, los partidarios del sistema golpista que inculcan al pueblo el odio a los enemigos del sistema golpista en lo político, moral y racial, llevándole a acometer grandes matanzas y linchamientos en aquellos que luchan o se oponen a la tiranía. No quieren que cada cual tenga las simpatías o antipatías, que libremente decida, y aunque éstas sean milenarias, transmitidas de padres a hijos y vengan impresas en su código genético, no son válidas para los que promueven autodeterminaciones manipuladas como la sexual, en la cual sólo el punto de vista de los tiranos es lo que se oye y puede hablar y, por tanto, se promueve. Entre otras muchas de sus intolerancias destacaremos, sin agotar el repertorio, que:
125º) No toleran que el pueblo soberano sea captado, o se manifieste de motu propio a favor de otra/s opción/es sistémica/s, con un control virtualmente absoluto sobre su pensamiento, con todos los medios de manipulación de masas a su disposición.
126º) No toleran, los verdaderos soberanos, que se deje de llamar al pueblo, al que manipulan cómo y cuánto quieren, como ellos quieren que se le llame: pueblo soberano, para su mayor burla, befa y regocijo.
127º) No toleran otra libertad que aquella que conduce a hacer lo que ellos quieren que se haga.
“Quién permite fomenta.” El sistema conspiratorio y golpista tiene una clara vocación corruptora, pues sabe que sólo así podrá mantenerse en el poder.
Así, procurará degradar al máximo a la desgraciada sociedad que tiene que soportarles, promoviendo el vicio y la depravación a alumnos de tierna edad, a los que, bajo el pretexto de darles una instrucción, se les adoctrina sexualmente para aceptar el lesbianismo y la homosexualidad, entre otras perversiones sexuales, como algo natural.
El sistema abyecto inculca sus prejuicios y escala de valores recogidos en su panfleto constitucional para captarlos, sin dejar opción alguna, impidiendo que el alumnado haga uso de su libertad, para establecer los suyos propios o seguir el de sus padres.
Por eso, los enemigos del libre albedrío, en esta cuarta fase golpista:
128º) No toleran la igualdad moral de oportunidades que pueda manifestar su repugnancia ante la homofobia y misoginia del sistema golpista y abyecto que, en su afán auto-reproductor, promueve y fomenta las perversiones a su imagen y semejanza. Estando los medios de manipulación de masas para dar respetabilidad a la depravación y al vicio, vehículos de captación de adeptos para el sistema abyecto.
129º) No toleran que se acabe con la pornografía y la ludopatía, para las cuales no hubo petición popular, imponiéndolas, sin el consentimiento del pueblo, con sus malas artes.
130º) No toleran que el pueblo pueda acabar con la sociedad permisiva, y que se restablezca, fomente, mantenga o corrija la moral colectiva y las sanas costumbres.
131º) No toleran que el pueblo soberano pueda tener otros prejuicios que ellos les inculcan, pues sus prejuicios son positivos, lo suyo es lo único que vale.
132º) No toleran que el pueblo soberano, como padre del alumnado, pueda precisar, delimitar, ampliar, rectificar o suprimir el plan de estudios de sus hijos y eliminar materias que el sistema abyecto usa para manipular y sojuzgar a sus hijos y a las futuras generaciones.
133º) No toleran que los niños puedan llegar a tener un criterio político propio, al infundirles, de modo obligatorio, por el estudio de sus panfletos constitucionales, no elegidos por el pueblo, lo que tienen que creer y aceptar.
134º) No toleran, en su intolerancia sexual, que los párvulos y alumnos de bachillerato desarrollen un criterio sexual diferente a los promotores del odio a todo lo viril y heroico, despreciando la castidad y el comedimiento en las mujeres, inculcándoles una intolerancia a lo sano y natural conforme a las leyes de la naturaleza.
135º) No toleran que los alumnos, niños y adolescentes, puedan auto-determinarse en una discriminación que no sea la suya, a la que ellos pretenden llamar positiva.
136º) No toleran, en su afán degradante y corruptor, otra liberación de la mujer que la que hace de ellas unas golfas libertinas y unas abortistas criminales.
Hasta aquí sólo una parte del normal desenvolvimiento de la cuarta fase golpista, como muestra, para que se vea bien de lo que son capaces y podernos hacer idea de lo que aún nos espera si no luchamos contra los tiranos.
No contentos con todas sus maldades pretenden retorcer la lógica y el sentido común, axiomatizando la frase subjetiva: “El sistema multi-partido es el menos malo de todos los sistemas”, cuando para un anarquista el menos malo de todos los sistemas es el anarquismo, y los fascistas, los comunistas, monárquicos, etc., etc., pueden decir lo mismo de los suyos.
Ahora, si los otros sistemas políticos quieren abrirse camino, le interpondrán la constitución golpista como parapeto dialéctico en el cual basar todas las subsiguientes arbitrariedades e iniciar su quinta fase golpista, dar otro golpe de Estado, si se ven en peligro, pero esta vez acatando la constitución y en defensa de las libertades.
Si todo lo expuesto hasta aquí resulta insuficiente para sus propósitos y otro sistema político se va abriendo camino intentando acceder por elección popular, como ellos no lo han hecho nunca, si ven que el pueblo empieza a rechazarles, inician la nueva fase golpista, la de volver a empezar, el golpismo en su quinta fase, como en Argelia donde el pueblo había elegido el sistema teocrático o en Turquía que empezaba a seguir sus pasos, para defender lo que ellos llaman democracia. Permitiendo que sus generales, sus Videla, Onganía, Pinochet, etc., en las Américas den golpes de Estado; y sus equivalentes en otras partes del mundo, hagan lo mismo.
Estos lacayos, defensores de la constitución golpista, pasado un tiempo prudencial, impidiendo a sistemas políticos aliados, que les apoyaron de buena fe, se hagan con el poder o que estén en condiciones de competir, abandonan el gobierno dejándoselo al sistema multi-partido.
Después de matar y vejar al pueblo, devuelven el poder a los civiles (a las oligarquías financieras), al sistema golpista no elegido por el pueblo y ese, después de una parodia legal, perdona a sus valedores de todos sus excesos con amnistías o sentencias exculpatorias.
La palabra democracia, que significa el poder del pueblo, la desvirtúan, al privarle al pueblo del poder para imponer el sistema político de su agrado, impidiéndole ser dueño de su destino.
Estos mismos son los que llaman golpistas a los que acceden como ellos.
Si se accede por elecciones como Napoleón III, Hitler, Duvalier en Haití o a punto de acceder como el F.I.S. en Argelia o como el partido del bienestar en Turquía les acusan, los golpistas de la Segunda República Francesa, los de la República del Weimar, los de la República de Haití, los de la República de Argelia, o los de la República de Turquía, por citar sólo cinco ejemplos, de “no respetar las reglas del juego democrático” (de su juego), y que son las expuestas en este manifiesto.
Y para colmo de las intolerancias, de su doblez, hipocresía, falsedad y cinismo:
137º) No toleran ni la plasmación de sus propios y grandes principios: soberanía popular, igualdad de oportunidades, justicia, libertad, democracia, legitimidad, pluralismo, libertad de cátedra, de expresión, etc.
☰ Capítulo V — Conclusiones finales del Autor.☰
Este sistema conspiratorio y golpista no tolera los derechos humanos del Pueblo soberano, lo hemos visto a lo largo de estos 137 puntos, ni siquiera el de niños inocentes entregados a depravados sexuales para que ejerzan de padres, ni el de sus rivales sistémicos, por lo que ha recurrido reiteradas veces a masacrar a sus enemigos dialécticos como lo demuestra la salvajada de la Revolución Francesa donde los mismos energúmenos intolerantes que habían redactado la demagógica declaración de los derechos del hombre contemplaban, impasible el ademán, como decenas y decenas de miles de ciudadanos eran guillotinados, ahogados, fusilados, torturados, en una barbarie que se cobró varios millones de víctimas. O como también, en el mismo país, al terminar la Segunda Guerra Mundial, masacraron a 150.000 franceses por considerarlos peligrosos para la supervivencia de su sistema golpista.
Recordemos los más de 100.000 asesinados en Italia en la misma época y por las mismas conveniencias.
Recordemos también los más de 700.000 asesinados por Stalin: combatientes ucranianos, rusos, serbios, albaneses, musulmanes, etc., gracias a la Operación Keelhaul, la deportación ideada por los aliados, los autocalificados de toler."antes y defensores de la libertad.
No olvidemos las grandes matanzas de la población civil en Argelia donde ya han causado más de 40.000 muertos y la tortura sistemática con las más recientes innovaciones en tortura psicológica y física la C.I.A., del Mossad y de otros servicios secretos como el francés y el inglés.
Esta ideología criminal y golpista, esta serpiente ponzoñosa, está embarcada ahora en un gran proyecto de genocidio biológico y moral de Occidente y no dudará en asesinar en masa, como lo ha hecho otras veces, para conseguir sus objetivos. Tienen que degradar al ser humano a través de las únicas libertades que dan y permiten y que les son tan queridas y rentables: la droga, el juego, las perversiones, de las que tanto dinero y provecho obtienen. Recordad: “Quién permite fomenta.”
Las libertades reales las conservan para ellos celosamente gracias a su intolerancia que se ceba, muy especialmente, con la comunidad popular.
¿Quieren ustedes ayudarles a cumplir sus designios? Es muy fácil hacerlo, pues el sistema conspiratorio y golpista está pidiendo incesantemente que le seamos tolerantes, haciendo una cínica y siniestra apología de la tolerancia, para poder fomentar el vicio y las libertades que no liberan y seguir avasallando al pueblo y situarlo dialécticamente a la defensiva, al señalar como intolerantes a todos aquellos que se opongan a su intolerancia, cuando la verdadera y totalitaria intolerancia proviene de esos hipócritas golpistas.
Los sectarios de Los Hijos de la Luz Tenebrosa son quienes les dan soporte espiritual a tan altos designios, es una secta mistérica que cuenta con increíbles aportaciones financieras. Algunos afirman saber quiénes son sus grandes financieros, su apoyo en la sombra, pero temen no ser creídos, callan y temen.
¿Qué hacer ante tanta intolerancia y tanto crimen?
Primero: ser conscientes de ser víctimas de la intolerancia y de las terribles consecuencias que están teniendo para nuestros pueblos, para su libertad y permanencia y de que el sistema conspiratorio y golpista carece de toda legitimidad: legitimidad de origen, legitimidad institucional, legitimidad política, económica, social, moral, legal y constitucional, por todo lo cual el sistema abyecto se gana, por derecho propio, el blasón de sistema bastardo.
Segundo: alertar a sus familiares, amistades y conocidos, para que estos hagan a su vez lo mismo, señalando a los verdaderos intolerantes y enemigos de la comunidad popular.
Y Tercero: ser prudentes, perseverantes y pacientes, pues cuando el enemigo está desenmascarado pierde fuerza y la batalla dialéctica está asegurada, y sólo habrá que esperar por el esfuerzo y la tenacidad llegar al nivel de masa crítica y, entonces, luchar para alcanzar la libertad.
Fin del manifiesto de Sagenhaft